La francotiradora de Stalin - Lyudmila Pavlichenko
Para ello hacía falta algo más que simplemente un buen ojo (eso ya lo da la naturaleza a través de las características individuales de cada globo ocular). Un francotirador debe ser una persona tranquila, equilibrada, incluso flemática, no propensa a los arranques de ira, júbilo, desesperación o, peor aún, histeria. Es un cazador paciente. Solamente dispara una vez, y si yerra, lo puede pagar con su vida.
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